Ruta del Quijote

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El retablo de Maese Pedro de Manuel de Falla

Coproducción: Etcétera, Gran Teatre del Liceu, Teatro Real, Teatro de la Maestranza, Teatro Calderón, ABAO, Ópera de Oviedo, con la colaboración de la Junta de Andalucía

Espectáculo estrenado en enero de 2009 en el Gran Teatre del Liceu, Barcelona.

Manuel de Falla contaba que de pequeño jugaba a representar con marionetas aventuras de Don Quijote para su hermana menor. Éste era un personaje querido y familiar para el niño gaditano, antes de convertirse en el célebre compositor español. Por eso, cuando la princesa de Polignac le encargó en 1918 escribir una obra breve para orquesta de cámara, Falla le propuso el Capítulo XXVI de la Segunda Parte de la novela cervantina como argumento de su ópera, y sugirió además montarla con títeres, pues ese capítulo narra “la graciosa historia del titerero”.
 La acción tiene lugar en una venta manchega donde Maese Pedro y su ayudante, el joven Trujamán, ofrecen una función de títeres para los huéspedes. Entre los espectadores se encuentran Don Quijote y Sancho Panza. Los títeres representan “el retablo de la libertad de Melisendra”, un romance medieval que cuenta cómo Don Gayferos rescata a su esposa Melisendra, prisionera por los moros en la ciudad de Sansueña (antigua Zaragoza). Don Quijote, al observar la escena, metido de lleno en la acción y queriendo hacer justicia, desenvaina su espada cuando los amantes huyen y son perseguidos por los moros. Pero los gestos del valeroso hidalgo sólo consiguen destrozar el teatrino y los muñecos del titerero.

Para su partitura Manuel de Falla emuló la mezcla de estilos literarios que utilizó Cervantes, y compuso su ópera a partir de músicas de diferentes épocas y estilos, combinando notas antiguas, folclóricas, litúrgicas o de vanguardia. Enrique Lanz se basa en esta idea y fusiona también estéticas, materiales e iconografías medievales y barrocas, inspirado además de la expresividad del arte africano o del art brut.
 A pesar de ser una ópera breve, El retablo de maese Pedro, resulta una obra intensa y rica, pues todo el universo podría estar contenido en ella.