Compañía Arte y Solera

 

Serie ARTE Y SOLERA

 

Presentación de la obra

 

Un doble experimento innovador en el mundo del flamenco

Originalidad en el flamenco japonés

En los últimos años se han producido una gran cantidad de obras creativas en el mundo del flamenco, y sin embargo, son pocas las obras de este tipo que han alcanzado el éxito. Una de las principales razones que se alegan para explicar esta falta de éxito de obras creativas radica en el hecho de que las formas expresivas del flamenco son sumamente peculiares. El flamenco tiene formas estéticas bien establecidas, y al utilizarlas para crear una "narrativa", se produce un proceso en el que al mismo tiempo que se respetan tienen que destruirse las formas y moldes tradicionales, sin acometer esta tarea es imposible crear una obra.

    Las obras de Mayumi Kagita y Hiroki Sato están impregnadas del deseo por crear nuevos horizontes en el mundo del flamenco, y para su creación recurren a su inquebrantable fe en la creatividad y al elevado sentido estético en la escena que poseen estos dos artistas. La versión flamenca de Sonezaki Shinju ha sido creada en base a esta actitud de los dos artistas, marcando un hito escénico que reúne tanto un alto valor artístico como una gran fuerza como espectáculo.

    Esta obra supone la puesta en práctica de dos importantes experimentos. El primer experimento consiste en el hecho de expresar a través del flamenco el mundo descrito por Monzaemon Chikamatsu, un mundo en el que prevalecen emociones y sentimientos sumamente japoneses. El segundo experimento es el de presentar una obra con una música original en la que toda la letra del cante está en japonés.

    Kagita y Sato han incorporado con audacia técnicas dramáticas que narran y conforman la trama de la historia de forma sencilla y a un ritmo adecuado. Asimismo, la narrativa está expresada con movimientos originales que se muestran de forma natural a través del baile, de forma tal que la mente del espectador va penetrando gradualmente en el mundo descrito por Chikamatsu. Los artistas ejecutan el baile utilizando expresiones corporales originales que describen sentimientos concretos y cuya fuerza expresiva arrebata el corazón de los espectadores.

   El cante está cantado en japonés, un tema que ha venido siendo casi un tabú en el mundo del flamenco japonés. El flamenco se expresa a través de la trinidad formada por el baile, la guitarra y el cante. Especialmente el cante es el factor más esencial que le da al flamenco su cadencia y ritmo característicos, y hasta ahora ha sido considerado como algo inseparable del idioma. Pero en esta obra, al expresarse principalmente sentimientos originalmente japoneses, se ha considerado más adecuado utilizar el idioma japonés como vehículo directo de expresión.

                       

                         

                       

   Aunque la música compuesta por Ryudo Uzaki con letra de Yoko Aki fue creada originalmente para la versión rock de Sonezaki Shinju, ésta está cantada con arreglos especiales para adaptarla al flamenco. La letra de Aki, al mismo tiempo que muestra una estructura sólida, sirve de puente entre el mundo de Chikamatsu y el actual, haciéndonos sentir de forma renovada el poder de sus palabras. La música de Uzaki es más melodiosa que la del cante flamenco habitual pero llena de poder para estimular la escena.

   El guitarrista Takashi Suzuki, el pianista Yuji Tanaka, y todos los músicos del grupo han colaborado para realizar arreglos en las composiciones de Uzaki, construyendo con meticulosidad la música. Este trabajo de colaboración se ha efectuado teniendo como base el alto sentido musical del bailaor Sato y la dirección musical de Uzaki, con un enfoque libre y directo hacia el flamenco. Se puede decir que el éxito de este experimento reside en que esta obra ha logrado combinar arte y espectáculo, sobrepasando los límites tradicionales del flamenco.

 

 

Mieko Nishiwaki Productora de Flamenco.